Thursday, November 10, 2005

MIRYAM ÁVALOS

2 de mayo de l2005 Hay seres humanos cuyas vidas son ejemplo e inspiración extraordinarios para todos los que tiene el privilegio de conocerlos. La maestra Luisa Negri es uno de estos seres extraordinarios, y yo, uno de los privilegiados. Comencé a estudiar con Luisa Negri en el CNM, a la tierna edad de tres años. Ella supo guiarme con sabia pedagogía y la psicología adecuada a mi edad, y con el entusiasmo contagioso que una artista de su calidad puede brindar a una criatura. A través de mis años en el Conservatorio, Luisa Negri no sólo fue mi maestra, fue mi mejor amiga. Ella me dio un apoyo personal total, sea en los momentos felices como en los difíciles. Incontables son las bolsitas de caramelos después e cada recital de niña; incontables son las veces cuando me llevaba al Conservatorio o me traía de regreso a mi casa; incontables son las veces cuando me permitía estudiar el piano en su casa (ella me dio la llave de su estudio para que yo entrara y saliera con toda libertad); inolvidable su energía y empuje para que me graduara y saliera al extranjero a continuar mis estudios de piano. Sus lecciones de piano eran experiencias artísticas profundas, donde la musicalidad, la comunicación emocional y la integridad artística reinaba, donde la mecánica pianística se desarrollaba al servicio de la música. Ella no imponía su versión artística de una obra en sus alumnos, sino que motivaba al alumno a descubrir al artista en sí mismo, y ayudaba a que esa personalidad artística germinara y desarrollara independientemente, La obra y misión de Luisa Negri no termina en las generaciones de alumnos como yo, a los cuales ella enseñó directamente, a los cuales ella entregó su cuerpo y alma por amor a la música y por amor a sus alumnos mismos. Su obra y misión se extienden en el futuro. Nosotros, sus alumnos, llevamos ese sello de Luisa Negri. Yo he tenido la fortuna de estudiar con grandes maestros en el Perú, en Estados Unidos y en Europa. Hay maestros de piano, y hay maestros que enseñan aún más, pues enseñan al alma. LN es maestra de almas, y entre ellos, Luisa Negri es maestra de maestros. Con cariño y gratitud, Miryam Ávalos Teie